Quizá no sea extraño ofrecer a nuestra mascota, a modo de capricho, algo de nuestra comida, y que ella no lo rechace y lo coma con interés.
Sin embargo, este pequeño "extra" puede suponer una gran parte de la ración diaria que le corresponde, aparte de crear un hábito desagradable puesto que pedirá cada vez que nosotros estamos comiendo,
es perjudicial para su salud.
Cuando tu mascota recibe un alimento de calidad adecuado a su edad y a sus necesidades, estilo de vida, raza... no debemos darle nada más.Lo único que podemos provocar aparte de un desequilibrio nutricional
son problemas de obesidad.
Si además de su ración correspondiente le administramos más de lo que necesita, estamos provocando una sobrealimentación.
Ejemplos:
Para un gato de 5 kg, 25gr de queso suponen en el caso de un ser humano adulto a consumir 3 hamburguesas y media o 4 tabletas de chocolate
Para un gato de 5 kg, un vaso de leche supone consumir 4 hamburguesas y media o 5 tabletas de chocolate
Para un perro de 10 kg, 1 galleta supone una hamburguesa entera o una tableta de chocolate
